Lista de deseos de Toni Davis para estas Navidades:
1) Sacar a mi mejor amiga de su particular guerra psicológica.
2) Vivir en algún lugar donde no haya ataúdes en el sótano. Ataúdes "habitados"
3) Encontrar a Míster Perfecto. Y, por favor, que sea alto, moreno, guapo... y que esté vivo.
Estas Navidades no están siendo muy felices para Toni. Su mejor amiga ha sido encerrada en un hospital psiquiátrico desde que les contó a la policía que había sido atacada por unos vampiros, y la única forma que tiene Toni de sacarla de allí es probar que los chupasangres realmente existen. Así que ha conseguido un trabajo como guardaespaldas de los no-muertos, pero va a obtener más de lo que esperaba, especialmente cuando conoce a Ian MacPhie, un escocés bastante granuja.
Aunque Ian tiene casi quinientos años, tiene la apariencia y actúa como un macizo de veintisiete. ¿Cómo puede un muerto estar tan bueno? Podría ser el señor erróneo su Míster Perfecto? Un beso prohibido puede conducirla a una pasión eterna —y todo eso sucede debajo de un muérdago.
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