Georgina Kincaid ha sido un súcubo muy, pero que muy malo…
…lo que debería ser algo bueno. Pero últimamente, gracias a su pésimo estado de humor debido a su ruptura con el aclamado escritor Seth Mortensen, ha sido tan mala que el súper demonio de Seattle, Jerome, decide «subcontratar» a Georgina para un rival… y hacer que le espíe en el proceso.
Ser desterrada al polo norte —vale, a Vancouver—, y dejar a Seth en las acogedoras garras de su nueva novia ya es bastante desagradable. Entonces Jerome es raptado, y todos los inmortales bajo su control pierden sus poderes de manera misteriosa. La parte buena: habiendo desaparecido su habilidad para absorber vida, no hay nada que le impida a Georgina revolcarse hasta la saciedad con Seth… nada salvo su nueva novia, claro está. Ahora, mientras la población sobrenatural comienza a ponerse cachonda, una Georgina recientemente mortal debe rescatar a su jefe y descubrir quién ha estado engañándolos… o se armará la de Dios es Cristo…
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